Zapatero y su «prestigio», por los suelos

Era conocido el desprecio de los lideres mundiales por un presidente que no se prepara las reuniones, ofrece tópicos vacios en vez de hacer política o esta «cansado» para celebrar una cumbre. Pero ahora ha quedado al descubierto para todos, a pesar de los esfuerzos de Moncloa y sus medios para disimularlo. Como explica bien El Confidencial:
Ahora es cuando todas las decisiones tomadas por el inquilino de La Moncloa en los últimos cinco años en materia de política exterior pasan factura. La conferencia internacional para discutir nada más y nada menos que la reforma del sistema financiero mundial tendrá lugar el próximo 15 de noviembre y, por lo pronto, España ha quedado excluida. Acudirán los dirigentes del llamado G-20 pero nuestro país no está entre ellos. Está el G-8, países emergentes y la Unión Europea. España, no.

Eso sí. La Casa Blanca ha prometido al Gobierno español que recogerá sus propuestas para debatirlas en la cita. Ahí es nada. La diplomacia española ya puede tomar nota: esto es lo que sucede cuando uno no se levanta al paso de la bandera de un potencia mundial; cuando se retiran unas tropas casi sin avisar (bien estaba hacerlo pero sin dejar a nadie expuesto); cuando se flirtea con dictaduras y políticos caciques; cuando uno ofende públicamente a líderes de otros países; cuando se practica una política de inmigración sin preguntar a los vecinos… Todo eso termina pasando factura. Para vergüenza de todos los españoles.»

Pero que nadie se preocupe, las televisiones del gobierno nos seguirán contando que la culpa de todo es del extranjero. Lo que aquellos llamaban «conspiración judeomasónica» estos lo van a llamar conspiración contra la «alianza de civilizaciones». O así.

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